El sector ecológico de la Comunitat Valenciana se da cita en Organic Food Iberia

Un total de 43 empresas certificadas por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV) participan durante los próximos 7 y 8 de junio en la IV edición de Organic Food Iberia, la feria profesional internacional donde se van a dar cita distribuidores, mayoristas, minoristas y expositores.

El certamen mostrará las principales novedades del sector ecológico y Ecuador será en esta edición el país invitado, que también contará con empresas de Paraguay y Argentina.

La Comunitat Valenciana volverá a demostrar durante los días de feria por qué es una de las autonomías referentes en cuanto a producción ecológica se refiere, con más de 153.000 hectáreas amparadas bajo los métodos de producción ecológica, superando las 4.200 personas certificadas y con un volumen de facturación superior a los 700 millones de euros.

De los 350 expositores que se van a dar cita en el pabellón 7 de IFEMA, 43 son empresas valencianas, convirtiéndose así en la comunidad autónoma que más expositores aporta a la feria. Frutos secos, aceitunas, chocolates, vinos, AOVES, frutas y hortalizas, turrones, sal o hierbas aromáticas, son algunos de los productos que los visitantes profesionales van a poder encontrar en Organic Food Iberia.

Puesta en valor de la certificación ecológica pública

La novedad para esta edición es que las autonomías que cuentan con certificación ecológica pública van a compartir un mismo espacio, con el objetivo de ponerla en valor y destacar sus bondades.

De este modo, comunidades autónomas como Murcia, La Rioja, Cataluña, Navarra, Madrid o la Comunitat Valenciana van a compartir la misma zona del pabellón 7 de IFEMA, agrupados por INTERECO, entidad que congrega a las 14 autoridades públicas de control de agricultura ecológica que hay en estos momentos en el territorio nacional.

Las entidades públicas de control, además de participar en la feria con sus expositores y en diferentes charlas, hablarán de los valores de la certificación ecológica pública, destacando aspectos como la eficiencia, la simplificación en la gestión, el ajuste del coste de la certificación, la optimización en la gestión de los recursos y la transparencia e independencia de actuación, incentivando la participación y la vertebración del sector.