La colaboración entre la Unidad ROCA de la Guardia Civil de Ibi y el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), ha destapado una estafa a nivel internacional en la que 15 toneladas de uva convencional se habrían comercializado en el mercado como de categoría ecológica, a través de una empresa que supuestamente habría obtenido de forma ilegal unos ingresos que oscilan entre los 14.000 y 24.000 euros por la venta del producto.
A consecuencia de estos hechos los agentes del Equipo ROCA investigan a tres personas, dos hombres de 54 y 20 años y una mujer de 51, por un delito de estafa, pertenencia a grupo criminal, falsedad documental y un delito continuado contra los derechos de los consumidores.
La supuesta actividad delictiva de los autores consistía en la venta de uva convencional como si fuese ecológica para la Nochevieja, sin reunir los requisitos necesarios para serlo.
La Guardia Civil ha comprobado que la actividad más reciente de esta empresa, radicada en la localidad alicantina de Agost, había sido el envío de 20 toneladas de uva supuestamente ecológica a diferentes empresas afincadas en Madrid, Navarra, Barcelona y Perpignan (Francia). Los análisis realizados determinaron que solo cinco de las 20 toneladas vendidas se habían recolectado de viñedos de cultivo ecológico, utilizando para ello una serie de sellos y logotipos falsificados.
Tolerancia cero ante el fraude
“El pasado 4 de diciembre, detectamos un presunto fraude por parte de una empresa no inscrita en nuestros registros, y después de una rápida investigación por parte de la autoridad de control (CAECV), decidimos informar a la Unidad ROCA con competencias en la zona de esta posible incidencia para poder actuar, si se confirmaba el caso”, ha explicado el presidente del CAECV, José Antonio Rico.
España es el primer país productor ecológico de la Unión Europea y el cuarto de todo el mundo, factor que pone en evidencia que se trata de un sector al alza con una gran capacidad de crecimiento.
En cuanto a la Comunitat Valenciana, en los últimos años estamos duplicando los porcentajes de crecimiento con respecto a la media estatal y somos una de las autonomías más importantes en todo el territorio nacional y, sin duda, la que más está creciendo en los indicadores interanuales.
El volumen de negocio que maneja el sector es muy importante, pero la picaresca y el fraude también sobrevuelan a este sector tan emergente. Ante esta situación, el CAECV, como entidad de control encargada de velar por el cumplimiento de la normativa sobre producción ecológica, debe velar por la normativa comunitaria.
“Debemos perseguir todo aquello que sea susceptible de fraude. Si no está certificado, no es ecológico y el CAECV, como autoridad de control, certificación, representación, defensa, investigación y promoción de los productos ecológicos, va a instaurar la tolerancia cero ante este tipo de situaciones, persiguiéndolas y denunciándolas”, ha finalizado Rico.