El mes de febrero sigue siendo uno de los más fríos del año, a pesar de que las jornadas empiezan a ser más largas y contamos con más horas de luz. Así que, aunque algunos cultivos podemos sembrarlos directamente en tierra, hay otros a los que deberemos prestar especial atención y realizar una siembra protegida. Y es que las heladas nocturnas pueden pasarnos alguna mala jugada.
La siembra protegida de febrero
Conviene pues, que comencemos la siembra durante este mes en semilleros y en un lugar protegido del frío (mini-invernadero, terraza, habitación soleada, etc ) de boniatos, cebolla de Fuentes, coles de primavera, pimiento, tomate, berenjena, melón y sandia.
De esta manera comenzamos a preparar el plantero, que trasplantaremos a tierra a finales de marzo y durante el mes de abril.
Mucho más tranquilos estaremos a la hora de dedicarnos a la siembra de otros cultivos, que se puede realizar directamente sobre la tierra como guisantes, patatas, remolacha, rabanitos, acelga y zanahoria, ya que no necesitan ningún tipo de protección.
La cosecha
A partir de este mes, el huerto empieza a tener cada vez más actividad y la tierra empieza a regalarnos tanto en la primera como en la segunda quincena: ajos tiernos, borrajas, espinacas, habas, puerros, rábanos, zanahorias y varios tipos de col como brócoli y coliflor. Por supuesto cebollas, y además, ¡comienza la temporada de calçots!
¿Qué puedo trasplantar?
Febrero es una buena época para la plantación de escarolas, fresas y lechugas, que podremos realizar durante todo el mes; mejor solo durante la primera quincena, en el caso del espárrago.
Los cuidados de la tierra en febrero
Este mes de febrero en aquellos espacios que nos vayan quedando libres podemos comenzar a preparar el suelo para los cultivos de primavera y verano, aportando estiércol a razón de unos 15-20l/m2, mezclándolo con la tierra en una labor somera de no mas de 15 cm de profundidad.
También podemos comenzar a replantear el huerto de primavera y hacer un sencillo esquema para organizar el huerto, atendiendo a la rotación y asociación de cultivos, crecimiento, necesidades de luz y de abono, protección del viento, etc. En el huerto de primavera-verano las especies que mas necesidades van a tener tanto de luz, agua y abono son las solanáceas (tomates, pimientos y berenjenas). Y recordad que habas y guisantes “dejarán” en la tierra, gracias a las bacterias de sus raíces, gran cantidad de nitrógeno, que será muy útil para cultivos posteriores.